DARMA dispone de consultas especializadas para los pacientes afectados por psoriasis y artritis psoriásica. Esta enfermedad constituye uno de los pilares de atención de la institución. Los especialistas de DARMA reciben formación continua sobre psoriasis en nuestro país y en el extranjero y son autores de numerosas publicaciones (Publicaciones: entre otras Ferrari B. et al. Medicina Buenos Aires, 2018).
La enfermedad se caracteriza por placas rojas con escamas, bien delimitadas y con distribución simétrica. Puede generar prurito, ardor, dolor y sangrado leve, generalmente secundario al rascado. Existen distintas formas de psoriasis. La psoriasis en placas es la más frecuente (80% de los pacientes). Como su nombre lo indica muestra múltiples placas en zonas extensoras de miembros, tronco, sacro y cuero cabelludo. La psoriasis en gotas se presenta como pequeñas ronchas rojas cubiertas por escamas en tronco y extremidades. La forma eritrodérmica evidencia un enrojecimiento inflamatorio y descamación generalizada de la piel, habitualmente de larga evolución, con alteración del estado general del paciente.
La psoriasis pustulosa es una forma poco común de psoriasis caracterizada por la aparición de pústulas estériles (cavidades superficiales que contienen pus). Puede tener manifestaciones en otros órganos y ser generalizada o localizada, esta última más frecuente de localización palmoplantar. En ocasiones la psoriasis afecta los pliegues (inguinales, axilares), lo que se conoce como psoriasis invertida. Una variante de ello es la psoriasis del pañal, que se presenta en las primeras etapas de la vida.
La afectación psicológica y la alteración de la calidad de vida en la psoriasis es muy importante. La obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la elevación del colesterol, el síndrome metabólico, la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son más frecuentes entre los pacientes con psoriasis que en la población general.
La psoriasis puede aparecer desde el nacimiento y gran cantidad de los pacientes desarrolla la enfermedad antes de los 17 años. Existe una fuerte asociación entre infecciones estreptocócicas (anginas) y psoriasis en gotas. Las infecciones estafilocócicas, los traumatismos, las emociones (stress), la hipocalcemia, los traumatismos y algunos medicamentos (corticoides orales e inyectables, antiinflamatorios, algunos antihipertensivos, antimicóticos, etc.) son factores desencadenantes o agravantes. La psoriasis en la infancia presenta, con algunas excepciones, las mismas características clínicas que en la edad adulta. Es más frecuente en las niñas que en los niños y pareciera comenzar más tempranamente en el sexo femenino.
La psoriasis puede ser leve, moderada o severa. El objetivo del tratamiento es suprimir las manifestaciones clínicas (desaparición de las lesiones) e inducir una remisión prolongada. Esto se consigue según la severidad, con el uso de medicación local, sistémica (oral o inyectable) y fototerapia.
Puede afectar a cualquier persona, sin embargo, tiene predilección por pacientes de piel clara, de entre 30 y 60 años, de sexo femenino. La rosácea se manifiesta inicialmente con un ligero enrojecimiento intermitente (flushing) asociado con sensación de calor. Por lo general afecta las mejillas, la frente, el mentón y la nariz. Cuando progresa la enfermedad el enrojecimiento (eritema) puede ser permanente y asociarse con pequeños vasos sanguíneos dilatados (fase eritematosa). Sobre esta base de eritema pueden aparecer pápulas (“granitos colorados”) y pústulas (“granitos de pus”). Estas fases de evolución de la enfermedad no ocurren en todos los casos. Hay un tercer estadío de la enfermedad que ocurre en los casos avanzados cuando hay un engrosamiento del tegumento (fimas). Se observa principalmente en la nariz (rinofima), pero también puede afectar el mentón y la frente. Es más frecuente en hombres.
La rosácea a veces puede extenderse a cuello, pecho y dorso y asociarse a dermatitis seborreica y caspa. En algunos casos hay compromiso ocular por lo que es conveniente realizar consulta con el oftalmólogo. Hay factores que empeoran la rosácea, como los cambios bruscos de temperatura, la exposición al sol, el consumo de alcohol, tabaco, las comidas picantes o calientes, el estrés y las cremas abrasivas.
El tratamiento depende de los síntomas. Se recomienda hidratar la piel, higienizarla con agua templada evitando la exfoliación mecánica y usar protección solar diariamente con factor de protección 30 como mínimo. Se utilizan medicamentos tópicos como el metronidazol y la ivermectina, antibiótico orales o isotretinoina. El eritema fijo y las telangiectasias de la cara pueden ser tratadas con láser o luz pulsada intensa. Los maquillajes de tonos verdes neutralizan el color rojo.
Es una enfermedad inflamatoria crónica autoinmune que ataca las articulaciones, aunque puede comprometer otros órganos del cuerpo. Afecta principalmente a mujeres entre los 20 y 50 años. Los principales síntomas son dolor e inflamación articular, con impotencia funcional progresiva. Sin tratamiento puede llevar a la discapacidad física.
Es una enfermedad crónica degenerativa de las articulaciones. A diferencia de la Artritis Reumatoidea no es inflamatoria ni autoinmune. Si bien casi todas las personas mayores de 65 años la presentan, también puede desarrollarse a menor edad. Los principales síntomas son dolor e impotencia funcional en las articulaciones.
Es una enfermedad crónica de origen desconocido, cuyas principales características son el dolor generalizado y la fatiga. Afecta mayormente a mujeres jóvenes, pero cualquiera puede padecerla. Además puede producir dolores de cabeza, vértigos, trastornos del sueño y emocionales, y otros.
Es una enfermedad esquelética que se caracteriza por una disminución de la más ósea y deterioro en la arquitectura y calidad de los huesos, lo que supone un aumento en el riesgo de sufrir fracturas. Si bien existen numerosas condiciones que se asocian a osteoporosis, las mujeres luego de la menopausia y ancianos conllevan un mayor riesgo.
s una enfermedad inflamatoria articular que afecta entre el 10 y 40% de pacientes con Psoriasis. Puede afectar cualquier articulación, inclusive la columna vertebral, con dolor inflamación y rigidez. Afecta por igual hombres y mujeres entre los 30 y 50 años, aunque cualquiera puede padecerla. Todo paciente con Psoriasis debería someterse a un examen con un reumatólogo.
Es una enfermedad que se produce por la formación de cristales de ácido úrico en los tejidos y articulaciones, por la presencia persistente de un nivel elevado de ácido úrico en sangre. Afecta principalmente a hombres de mediana edad. Evoluciona en forma de ataques de inflamación y dolor en articulaciones, tendones y bursas. Sin tratamiento tiende a perpetuarse.
Es una enfermedad autoinmune de origen desconocido que puede comprometer muchos órganos en diferentes tiempos o en el mismo momento, es decir que además de afectar las articulaciones y músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Es más frecuente en mujeres jóvenes pero puede aparecer a cualquier edad y sexo.
Las heridas agudas son una parte importante de la actividad asistencial diaria, pero en general precisan pocas curas. Las quemaduras se consideran heridas agudas y se deben curar por medios conservadores o quirúrgicos antes de las tres semanas.
Heridas crónicas son aquellas que no curan en un tiempo razonable. Las heridas crónicas en la piel se denominan úlceras crónicas. En ellas existe una lesión de la epidermis (capa más superficial de la piel) y, al menos parcialmente, de la dermis (capa media de la piel). Las heridas crónicas no siguen un proceso de reparación normal, se estancan en alguna fase de la cicatrización, sin que se restaure la integridad anatómica ni funcional del tejido lesionado. En más del noventa por ciento de los casos hablamos de úlceras por presión, úlceras venosas y úlceras en diabéticos. Las heridas crónicas son una importante carga socioeconómica para la comunidad y suponen una parte importante de la actividad asistencial de DARMA.
El pie diabético es una de la complicaciones más comunes, severas y costosas de la diabetes. Cada 30 segundos un miembro inferior, o una parte de este, es amputado en algún lugar del mundo como consecuencia de la diabetes. Las amputaciones en los pacientes diabéticos son 10 a 20 veces más comunes que en los pacientes no diabéticos.
Los altos costos en los servicios de salud y la pobre calidad de vida de los pacientes que sufren de heridas crónicas generaron en los últimos 20 años el desarrollo de tecnologías para el cierre rápido, óptimo y costo-efectivo de estas lesiones; apareció el concepto de ambiente húmedo, con el cual se desarrollaron apósitos o vendajes especializados. El desarrollo de esta tecnología de heridas ha crecido a pasos agigantados. Los especialistas de DARMA utilizan estas herramientas y enfocan las heridas de manera holística y no como lesiones aisladas de pacientes crónicos.
Su eficacia en enfermedades cutáneas se debe a sus propiedades antiproliferativas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras.
Si bien inicialmente fue diseñada para psoriasis, el mayor conocimiento de sus mecanismos de acción ha incrementado los usos de la fototerapia, siendo de primera elección en vitiligo, dermatitis atópica, dermatitis seborreica, algunos linfomas cutáneos, papulosis linfomatoide, fotodermatosis, liquen plano, prurigo crónico, pitiriasis rubra pilaris y pitiriasis liquenoide crónica.
Puede hacerse de forma natural (helioterapia) o mediante lámparas de emisión artificial de radiación ultravioleta (UV) A y B. Los esquemas más utilizados en la actualidad son PUVA, UVB de banda angosta y UVA1.
Las longitudes más cortas (UVB) se absorben fundamentalmente en la epidermis (la capa más superficial de la piel), mientras que las longitudes de onda más largas (UVA) pueden penetrar hasta la dermis profunda (capa media de la piel).
La subfracción UVB de banda angosta (UVB ba), comprende una emisión
dentro de las longitudes de onda de 311 a 313 nm. Se administra mediante la exposición
directa de la piel a la luz de una lámpara artificial.
La dosis de cada aplicación se determina mediante un protocolo basado en el color de
piel del paciente con una escala creciente. Lo habitual es realizar un esquema de tres
veces por semana, que, en promedio, para un paciente con psoriasis comprende entre 20 y
30 aplicaciones, mientras que para el vitiligo se indican 70 sesiones anuales. Puede
establecerse un esquema de mantenimiento una vez lograda la respuesta esperada.
En cuanto al vitiligo, de las modalidades terapéuticas disponibles actualmente, la
fototerapia es considerada la más efectiva.
En el caso de la psoriasis, es de preferencia en cuadros moderados a severos en la
infancia, juventud, cuadros recientes, embarazadas, mujeres en período de lactancia,
pacientes con antecedentes oftalmológicos, insuficiencia hepática o renal severas, e
intolerancia a medicamentos orales.
Habitualmente es muy bien tolerada, con escasa frecuencia de efectos adversos.
El prurito puede ser tan intenso que en ocasiones altera la rutina
diaria y el sueño. El rascado empeora el cuadro, ya que contribuye a la alteración de la
barrera cutánea y puede facilitar el ingreso de bacterias a la piel.
La enfermedad afecta principalmente a lactantes y niños, aunque puede manifestarse a
cualquier edad.
Existen factores desencadenantes de los brotes, como el aumento de la temperatura
corporal, la sudoración, los climas fríos y secos, algunas infecciones cutáneas,
respiratorias e intestinales, contactantes como el cloro y el stress emocional.
La evolución es variable, aunque se admite que la dermatitis atópica infantil suele ir
atenuándose con los años y desaparece en la mayoría de los casos hacia el final de la
primera infancia, o en la segunda década de la vida, con persistencia de manifestaciones
transitorias y estacionales.
Existen múltiples herramientas para cumplir el objetivo del tratamiento, que es mantener
las erupciones cutáneas y el prurito bajo control.
Los baños deben ser cortos y con agua tibia.
El jabón debe ser cremoso (evitar jabón de glicerina, antibacteriales y de tocador).
Humectar periódicamente la piel con cremas hipoalergénicas.
Usar ropa de algodón.
Evitar el rascado.
A pesar de que el tratamiento se haga a la perfección, el niño puede rebrotarse, ya que, como se mencionó, es una condición crónica. El hecho de que las lesiones mejoren y empeoren, puede ser frustrante. Sin embargo, existen múltiples herramientas para lograr la remisión de la enfermedad. De acuerdo con la severidad del cuadro, es posible que se indiquen medicamentos tópicos (de uso local), orales o fototerapia UVB de banda angosta.
El acné es una enfermedad de la piel común en adolescentes y
adultos jóvenes. Algunas formas de la enfermedad se pueden presentar a edades más
avanzadas (acné tardío). Este se observa con mayor frecuencia en mujeres. Por otro lado,
las formas severas predominan en varones.
El acné afecta las zonas seborreicas del cuerpo como el rostro, el escote y la parte
superior de la espalda. En las formas más graves las lesiones se extienden a la región
lumbar y glútea.
Son varios los factores que influyen en su desarrollo: genéticos, hormonales, producción
y composición del sebo, bacterias que viven sobre la piel y la respuesta inflamatoria
del individuo.
El tratamiento varía de acuerdo con el tipo de acné, se utilizan
tratamientos locales (higiene, reguladores del sebo, comedolíticos, antibióticos) y/o
tratamientos vía oral (antibióticos-isotretinoina). Existen varios tipos de
procedimientos médicos realizados en el consultorio que pueden ser útiles (peelings
mecánicos, químicos y láser), especialmente para el tratamiento de las cicatrices
secundarias al acné severo (cicatrices deprimidas, atróficas, queloides, hiper o
hipopigmentadas). Debe tenerse en cuenta que los tratamientos son prologados.
Existen tratamientos para cada tipo de acné. El objetivo de estos es lograr la curación
de la enfermedad y evitar lesiones residuales (cicatrices). Es importante reconocer el
impacto psicosocial que provoca la enfermedad para un abordaje terapéutico completo.
El cáncer cutáneo no melanoma (CCNM) incluye al Carcinoma Basocelular (CBC) y al Carcinoma Espinocelular (CEC). Estos son los cánceres de piel más frecuentes. La exposición crónica a la radiación ultravioleta y factores genéticos son sus principales causas. En el caso del CEC, el tabaco y el alcohol también son factores de riesgo para su localización en labios. Los CCNM son más frecuentes en personas de piel y ojos claros. En el 70% de los casos ocurren en la cara, aunque también pueden presentarse en el cuero cabelludo, el escote y dorso de manos. Por lo general son de crecimiento lento y rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo. Sin embargo, si no reciben tratamiento, pueden invadir los tejidos y órganos cercanos. Quienes ya han tenido un CCNM, tienen mayor probabilidad de tener otro en los próximos 5 años y duplican el riesgo de padecer otros cánceres de piel.
El melanoma es un tumor maligno originado en los melanocitos
presentes en la piel. En comparación con otros tipos de cáncer de piel, es más probable
que invada los tejidos cercanos y se disemine a otras partes del cuerpo. Aunque es más
común en los adultos, a veces se encuentra en niños y adolescentes. En los últimos años
ha existido un aumento mundial de los casos de melanoma. El origen del melanoma en el
75% de los casos es “de novo” (sin lunar previo), siendo menos frecuente la
trasformación de lunares. Son factores de riesgo para el desarrollo de melanoma la piel
clara, los cabellos rubios o pelirrojos, los ojos claros, las quemaduras de sol con
ampollas en la niñez o adolescencia, tener antecedentes familiares del síndrome del
lunar atípico y tener antecedentes familiares o personales de melanoma.
Lesiones premalignas: Queratosis Actínicas
Las queratosis actínicas son lesiones cutáneas producidas por la exposición al sol a lo
largo de la vida. Preceden al carcinoma espinocelular, al igual que las cicatrices por
quemaduras o heridas crónicas. Si se tratan tempranamente puede evitarse su progresión a
neoplasias. DARMA cuenta con numerosas herramientas para ello.
Pruebas para detectar el cáncer de piel
Se evalúa si una lesión o un área pigmentada de la piel cambian o se ven anormales. Se evalúa el ABCDE de los lunares
Es una técnica no invasiva, sin contraindicaciones, que consiste en observar en forma detallada la estructura de las lesiones con un instrumento: el dermatoscopio. Este permite determinar patrones de benignidad o malignidad y mejora la precisión en la detección de los cánceres de piel en etapas iniciales. Se puede tomar registro de las imágenes y archivarlas en una base de datos para luego realizar la comparación exacta de las mismas y detectar cualquier modificación que pueda suceder en el transcurso del tiempo. Por lo tanto, tiene como ventajas la mejoría en la precisión diagnóstica, la disminución del número de biopsias innecesarias, y, por sobre todas las cosas, permitir un control exhaustivo del paciente.
Ante una lesión sospechosa, esta se reseca y se analiza al
microscopio, que confirmará o no la presencia de células anormales.
La importancia del control con el dermatólogo es que los cánceres de piel son casi
siempre curables en sus etapas iniciales.
Se debe evitar la exposición solar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Es recomendable utilizar ropas que protejan del sol, sombrero de ala ancha y gafas de sol. Es necesario aplicar protector solar de amplio espectro, con factor de protección (FPS) igual o superior a 30. La aplicación se repite cada dos horas, o después de nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre. Utilizar el protector solar incluso en días nublados. Los bebés (menores a 6 meses) deben permanecer siempre a la sombra, ya que no pueden usar protector solar. Los niños mayores deben usar sólo formulaciones para niños. Las lámparas y camas bronceadoras aumentan el riesgo de cáncer de la piel y pueden dañar los ojos. Debe evitarse su uso.
Las primeras líneas de expresión aparecen a los 30 años, El Botox es una opción segura para atenuarlas, actuando sobre las arrugas de la frente, entrecejo y periorbiculares (patas de gallo).
Con el envejecimiento se pierde volumen facial, acentuando los
surcos y arrugas.
El ácido hialurónico es un componente natural de la piel que se utiliza para rellenar y
devolver el volumen perdido.
Procedimiento que tiende a retirar la epidermis y las capas superficiales de la dermis, con el objetivo de alisar la piel o eliminar ciertas pigmentaciones (manchas).
La mastoplastía de aumento es la técnica para aumentar el volumen
de las mamas mediante la colocación de un implante de silicona.
Los cambios abruptos de peso, el amamantamiento o el envejecimiento, tienden a reducir
el volumen y elasticidad de tus mamas.
La mastopexia es la técnica quirúrgica para reubicar el tejido de las mamas, dándoles forma y proyección.
La mastoplastía de reducción consiste en reducir el volumen de las mamas en los casos de hipertrofia de la glándula o gigantomastia.
El lifting o ridectomía es el procedimiento mediante el cual se elimina el exceso de piel y se reubica el tejido, consiguiendo la eliminación de arrugas. Puede hacerse en cualquier lugar del cuerpo: facial, cervical, muslos, brazos.
Cirugía que consiste en embellecer los párpados, resecando el excedente de piel y bolsas palpebrales que dan aspecto de cansado.
Es la cirugía que permite la aspiración de adiposidad localizada (grasa) para modelar el cuerpo.
Consiste en la extracción de colgajos dermograsos (piel y grasa) del abdomen. Esto, asociado a la reparación de los defectos de la pared, se conoce como abdominoplastía.
Esta cirugía consiste en resecar el excedente de piel y/o grasa en la cara medial de los brazos. Se realiza con mayor frecuencia en las personas sometidas a cirugía bariátrica (cirugía para disminuir de peso).
Es la cirugía estética de los labios menores, consiste en moldear la forma y reducir el tamaño.
Cirugía que consiste en la corrección cosmética externa de las
estructuras nasales.
Se diferencia de la cirugía septal en que esta consiste en la corrección de anomalías
internas para restaurar la respiración adecuada.
Las cicatrices son secuelas de cirugías o traumas, que pueden ser
antiestéticas.
Existen diferentes opciones para mejorarlas, ocultarlas o eliminarlas.
Las quemaduras en ciertas zonas del cuerpo pueden dejar secuelas
funcionales.
Existen muchas opciones terapeúticas para mejorar la calidad de las cicatrices.
Se llama así al aumento de la glándula mamaria en hombres. Dependiendo cuál sea el tejido (grasa, glándula o ambos), es la técnica que se elige para solucionarlo (lipoaspiración, resección quirúrgica o ambas).
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en mujeres. Su tratamiento puede consistir en la mastectomía (resección de la mama), dejando una secuela con gran impacto psicológico. Existen diferentes opciones para recuperar/reconstruir la mama perdida en el mismo momento o terminado el tratamiento del cáncer.
El espectro de enfermedades infantiles de la piel es vasto. Como en los adultos, la piel de los niños puede afectarse por enfermedades inflamatorias, infecciosas y tumores. Sin embargo, la piel de los infantes no debe considerarse como la de pequeños adultos. Ciertas sustancias que pueden utilizarse en adultos sin problemas no son toleradas por los niños, numerosas patologías dermatológicas se presentan con otra sintomatología que en los adultos y ciertas afecciones cutáneas se manifiestan exclusivamente en la infancia. Por todo ello la dermatología pediátrica requiere de conocimientos específicos y es practicada en DARMA por especialistas experimentados (Publicaciones: entre otras Ferrari B. et al. Pediatric Dermatology, 2018; Ferrari B. et al. Journal of American Academy of Dermatology, 2018; Ferrari B. et al. Anais Brasileiros de Dermatologia, 2017; Ferrari B. et al. Dermatology Online Journal 2017).